Aparecen libros de una de las bibliotecas perdidas de Augusto Roa Bastos

Este miércoles 20 de julio, a las 11 horas, en la Casa de la Literatura, tendrá lugar un conversatorio y exposición de los volúmenes “que han viajado por el tiempo” en siete cajas que formaban parte de la biblioteca de la “casita de Buenos Aires de los años 70” donde vivió el autor de Yo El Supremo.

Lo dio a conocer a través de un comunicado la hija del escritor, Mirta Roa, de la Fundación Augusto Roa Bastos. Apareció una de las tres bibliotecas de su padre que habían estado extraviadas. El conversatorio se desarrollará para brindar detalles sobre los títulos que reúne la biblioteca, el estado en que se encuentran los ejemplares, el valor cultural que este hallazgo tiene para nuestro país, entre otros temas.

En parte del texto, Mirta Roa explica: “En 1989, en El País de España, Roa dijo: ‘No solo perdí manuscritos, perdí bibliotecas enteras, que se convirtieron en bienes de difunto’. Además: ‘Llevo la cuenta de mi exilio por las bibliotecas perdidas, ya van tres’, decía mi padre al periodista Alfredo Serra, en la revista Gente, en Buenos Aires, en el año 1995. Y así hay varias menciones a sus libros exiliados, perdidos, quemados, olvidados, libros acariciados, marcados, subrayados, libros que significaron muchas horas de estudio y dedicación a los temas sobre crítica literaria, cine, estructuralismo, poder omnímodo, que desarrolló en su vida”.

La nota refiere que casi 50 años después apareció un lote de libros que “estaban yendo rumbo al fuego” y que fueron identificados como propiedad del Premio Cervantes 1989: “Son tan suyos que su inconfundible letra ha dejado huellas, marcas y señales en ellos”, dijo Mirta Roa.