Cultura
Poesía en pandemia: un mapa para contagiarse
En los últimos años han nacido en Asunción proyectos autogestionados que buscan difundir la poesía paraguaya contemporánea: esa que quizás no llegue a convertirse en canon, en libro de megalibrería; hablamos de una poesía joven, en el sentido de desenfadada, disruptiva a veces, que mezcla en muchas ocasiones: el afán del decir del reclamo, la más diminuta célula de lo íntimo y catártico, y –o junto con– un gran apetito por hacer lugar en la palabra poética a otras, nuevas, formas de expresión, acercamiento y manifestación de la escritura que incluyan voces LGBTIQ, feministas, en guaraní y de otras latitudes del país.

© Laura Mandelik
En plena pandemia/cuarentena diversos proyectos poéticos (algunos nuevos, otros que ya desde antes venían organizando lecturas, festivales, acciones y eventos presenciales) reestructuraron sus propuestas en torno a lo posible, abriéndose paso en los formatos virtuales, diseminables y gratuitos que proponen las redes sociales y que exigen, en varios casos, el registro virtual de la propia voz o el cuerpo de lxs poetas –con las posibilidades de juego artístico que el territorio del audiovisual posibilita–. Pero, además de la apuesta en vivo (expresión contradictoria), cada plataforma recurrió a técnicas variadas para seguir compartiendo poesía: programas paródicos de televisión, envíos de audiopoemas vía Whatsapp, fanzines online, etc.
En los programas de lectura, que siguen vigentes y son emitidos desde las cuentas de algunas de estas iniciativas en redes sociales, los participantes, poetas y auditorio, interactúan escribiendo en el viento de la nube: risas, música, emojis, para paliar la carencia de cuerpos tangibles. Se garabatea así un subtexto que a través de la aspiración poética busca, también, o más que nada, compañía.
Y, a pesar de que unx podría pensar, sobre estas experiencias de pantalla, que cuanto más lejos estamos del texto impreso y entidad física del o la poeta/artista más frívola se torna una lectura pública, en los meses de confinamiento, muy por el contrario, fue palpable, si vale la ironía, que en las transmisiones e interacciones virtuales se generaba al menos un contacto necesario, insuficiente pero reconfortante, para quienes escriben, leen y gestionan poesía, una vivencia indeterminada, al fin, en medio de tanta certeza apocalíptica.
Trazo entonces, dando paso a las voces de sus propios gestorxs como guías y a modo de ruta que seguir desordenadamente en el plano de estas propuestas, un itinerario con algunas caracterizaciones de los proyectos que desde Asunción, y conducidos por la dimensión abierta de internet, encontraron la manera de dar lugar al contagio, a la diseminación de la poesía.
BienCerca: poesía íntima en lugares públicos/virtuales
El proyecto nació en 2016. Actualmente sus gestorxs son Camila Arcondo, Eduardo Barreto, Élian Cabrera, Jimena Gómez, Cony Oviedo y María Esther Zaracho. Para ellxs “BienCerca es pensar la poesía como puente para reconstruir cercanías y generar complicidad en medio de la violencia que crece”. Precovid, fueron las plazas, los parques y otros lugares públicos los espacios escogidos para leer poesía al oído en Asunción, Areguá, Ciudad del Este, Clorinda y Montevideo. “A partir del inicio de la cuarentena acercamos poesía a través de audios de WhatsApp a quienes nos dejan sus números en los buzones de Facebook e Instagram solicitando los poemas. Al comienzo enviamos los audios todos los domingos y actualmente lo realizamos cada último domingo de mes”.
Elián Cabrera testifica que “las reacciones son positivas, se nota cómo esa breve intervención, que es recibir una poesía, es como una compañía. Una interrupción dentro del aislamiento”. María Esther Zaracho añade que luego de enviar los poemas “las reacciones suelen ser muy variadas y en distintos niveles, hay personas que no responden (o quizás responden con silencio), algunas envían emojis y otras agradecen, expresan su agrado, asombro o alegría. Hay quienes devuelven el poema con otro o transmiten una sensación de que el poema les acompaña, cuida o cobija de cierta forma durante este tiempo pandémico”.
¿Dónde encontramos a BienCerca? En Facebook e Instagram: @biencerca y luego en cada poema enviado, si se acercan y lo piden. Hoy hay una nueva entrega.
Slam de poesía en voz alta
Esta iniciativa, llevada a cabo por Juliana Quintana y Leonardo Gómez, es la primera competencia lúdica de poesía oral performática en Paraguay y empezó en 2016. “Buscamos incentivar la producción de textos propios y la socialización de la poesía desde los distintos sectores del país. Creemos que formamos parte de un ecosistema de jóvenes que utiliza la palabra como instrumento para amplificar las voces que no se identifican con las definiciones tradicionales de poesía. Es por eso que nos entendemos como un espacio de la “anti-poesía”, que interviene la palabra y se la apropia permanentemente. El Slam se articula con otras iniciativas y se inscribe en el escenario de la poesía oral con una propuesta que apunta a la interpretación de la palabra hablada.
Antes de la pandemia organizaban sus eventos una vez al mes en bares de Asunción. “Siempre estuvo presente la idea de ‘des-centralizar’ la poesía y compartirla con escritores de distintas localidades. Ahora, en tiempos de confinamiento, tratamos de mantener el formato, en lo posible. Tuvimos que aumentar la frecuencia del espacio a una vez por semana porque sentimos que había una necesidad de compartir las experiencias de la pandemia en el encierro y la escritura era algo que se nos daba bien a todxs. Nos aggiornamos rápidamente a la dinámica del vivo de Instagram y encontramos la manera de interactuar con lxs poetas a través de las plataformas digitales. Si bien muchos elementos de la presencialidad estuvieron y siguen estando ausentes, reinventamos el espacio con nuevas estrategias. No faltó la presencia de músicxs o artistas en las transmisiones en vivo. Al inicio, el Slam en tiempo pandémico fue una excusa para encontrarse con lxs amigxs los fines de semana y producir poesía durante la cuarentena pero, con el pasar de los días, la virtualidad comenzó a ocupar todas nuestras actividades y no solo las de esparcimiento: trabajo, ejercicio, afectos, ocio, todo estaba en la computadora o en el celular. Creemos que últimamente la audiencia bajó, no por desinterés sino por cansancio a la exposición de la pantalla”.
Se puede encontrar Slam En Voz Alta en la fanpage en Facebook, YouTube e Instagram. @slamenvozalta https://www.instagram.com/tv/CDXcFLqFIqG/?igshid=1ashy8ps3uzng
Bitácora de un encierro
Nació en marzo de este año en el contexto de la cuarentena obligatoria. Jess Rivas, Nicolás Iranzo y Alfredo Chaves (Miliki) son sus gestores y narran que “surgió en respuesta al encierro. Buscamos crear un espacio para que las personas interesadas en mostrar su poesía puedan compartirla. En el afán de apropiarnos de las redes sociales abrimos una convocatoria virtual para recibir textos y publicamos fanzines digitales en PDF que se descargan a través de un enlace en la biografía de nuestra cuenta de IG. Hasta la fecha, lanzamos 6 fanzines colectivos digitales de poesía, publicando a más de 80 poetas de Paraguay, Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Nicaragua, Costa Rica, México, Catalunya y España.También convocamos a artistas de toda la región a elaborar videopoemas con sus textos para publicarlos en nuestro feed. Por último, organizamos y sostenemos semanalmente una tertulia online llamada Anti Martes de Poesía. Es una transmisión multidisciplinaria, en vivo, vía Instagram, con la palabra poética como hilo conductor, en la que convergen poesía, música y performance. Participan poetas de distintos países y proyectos musicales locales e internacionales. Seguimos sorprendides con la reacción del público, no pensamos que iba a haber una respuesta tan favorable. Paulatinamente, recibíamos más formularios de participación para cada convocatoria. Actualmente, estamos finiquitando los detalles del último fanzine. Tuvimos un impacto considerable en las redes sociales, en agosto llegamos a 2000 seguidores”.
Todas sus actividades son difundidas en la cuenta de Instagram @bitacoradeunencierro y los fanzines son publicados en la web www.bitacoradeunencierro.com. Anti Martes de poesía: https://www.instagram.com/tv/CChOkroDKPy/?igshid=o77o67if2sva Ejemplo de audiopoemas que comparten en la plataforma: https://www.instagram.com/p/CDWk1R1jluL/?igshid=kv9256qxdbmr
El ombligo lírico
Shirley Villalba, Mónica Laneri, Diego Ayala y Miguelo Melgarejo se juntaron en el año 2018 para organizar un festival alternativo de poesía, lo llamaron El ombligo lírico. A partir de allí buscan instalar la poesía en espacios alternativos, promover las voces poéticas del Paraguay y un diálogo intergeneracional a través de la poesía. “En el escenario cultural paraguayo nos entendemos como un colectivo poético que promueve poetas y poesía sin juicios de valor, un puente entre la creación poética y el público de la poesía. Antes de la pandemia realizábamos el festival de poesía de forma anual en espacios alternativos e independientes, así como actividades de lectura de poesía a lo largo del año; también dábamos curso a invitaciones que recibíamos, convocando siempre a diferentes miembrxs de la comunidad poética. Los espacios eran calles, plazas, centros culturales, hoteles, donde fuera que nos convocaran. Desde el inicio de la cuarentena nos abocamos a un acompañamiento virtual mediante grabaciones de lecturas de poemas subidas a nuestras redes. Y está en los planes el siguiente festival que, según la evolución de la pandemia, será virtual o presencial. El público de nuestro espacio no es masivo pero sí muy cálido”. Tanto en Facebook, Instagram y Twitter están como Ombligo Lírico Paraguay.
Literaity
Nacido como centro cultural literario en 2018, Literaity forma parte de la lista de espacios alternativos de Asunción. Diego Ayala, uno de sus fundadores, comenta acerca del proceso que atraviesan: “La pandemia llegó, nos encerró, nos desconcertó, nos situó en la incertidumbre. Y empezamos a pensar posibilidades. Queríamos sobrevivir a la pandemia. Respondimos a las convocatorias de proyectos de la Secretaría Nacional de Cultura y de Economía Naranja con dos propuestas: Poesía en la casa y otra que consistió en una web que funcionara de plataforma. Ninguno de ellos fue aprobado, entonces, bueno, ‘japiro todo’ –dijimos– y vamos a hacer todo igual. Luego de pasar la incertidumbre de saber si Literaity iba a poder seguir o no, bueno, al menos intentemos, dijimos. Pedimos ayuda a los amigos, a las amigas, a las marcas, qué sé yo, y empezamos a formular estas ideas. Fue tomando forma lo de Está todo cocinado y empezamos con la producción que fue evolucionando hacia un formato más televisivo. Consiste en un programa gastronómico cultural poético alternativo que parodia los programas de televisión de cocina. Nosotros metemos un poco de poesía y, más que nada, es un espacio de promoción del arte independiente. También insertamos los demás materiales audiovisuales que producimos como Poesía en la casa”. Este es un proyecto que se vino gestando desde el año pasado y que tiene mucho que ver con este contexto de encierro. Busca registrar las voces emergidas de la poesía contemporánea paraguaya en nuestro escenario, que es Literaity. El poeta frente a la cámara leyendo su obra, imaginando un encuentro con la otra persona que está del otro lado, imaginando lo que pudo haber sido una tertulia en Literaity, por ejemplo, ya sea en los pasillos, en La poemería(nuestro bar), en la terraza, en el baño, etc. La idea es hacer ese registro en buena calidad, con buen audio, con buenas imágenes, editado todo, algo que creo que no había y de alguna manera necesitábamos”.
“Y cómo fue recibido esto, ni idea. Por lo menos a partir de los likes, bien, más o menos, qué sé yo. La cantidad de visualizaciones en vivo cuando transmitimos no es mucha pero no es que buscamos una gran audiencia. La cantidad de visualizaciones al final termina siendo de mil o más perfiles, pero eso no te dice mucho, la gente va nomás haciendo scroll, ve, no ve, uno nunca sabe. Lo que sí valoramos mucho es el apoyo que recibimos de nuestra comunidad, lo que lxs propixs escritorxs aportan enviando sus giros. Es muy gratificante que se valore así el espacio. De alguna manera todo esto sirvió para mover ese letargo. Gracias a eso estamos pudiendo empezar a empujar esta onda y salir del pozo donde nos encontramos”.
“También surgió Emergentes, unos fondos de emergencia de la Fundación Carlos Pusineri Scala y la Fundación Itaú, y compramos algunas cosas para mejorar las producciones audiovisuales, y ahí estamos, todavía en ese ejercicio de ver cómo hacemos y cuál formato, qué tono, porque esta cuestión se está alargando y va a seguir por bastante tiempo, entonces queremos dejar un registro de Literaity, algo que no habíamos hecho antes. Actualmente estamos editando una antología de poesía y narrativa con textos de 34 escritores/as que forman parte de esta movida acultural llamada Literaity. Se va a publicar en formato impreso y digital. En este proceso decidimos con Esteban Corti, director audiovisual y compañero de la casa, denominar Literaity Producciones a nuestra productora de contenidos. Literaity Ediciones es otra idea que viene flotando hace tiempo y queremos concretar con el nacimiento de esta antología. La idea es seguir como productora y editorial durante la pandemia y cuando termine”. Literaity está en Facebook, Instagram y Youtube. Está todo cocinado: https://www.facebook.com/watch/?v=665838654142217&extid=WwLbONOLCXkpsxzK. Poesía en la casa: https://www.youtube.com/watch?v=qsaU-sXBp44
Poesía en tu sofá Py
Apareció en España de la mano de la poeta Elvira Sastre en el contexto de pandemia y busca hacer del encierro una ocasión para acercar más personas a la poesía, al generar un circuito de lecturas por transmisiones en vivo de Instagram. El formato fue replicado rápidamente en Argentina, Uruguay, Colombia, México y ahora en Paraguay a través de una articulación entre Bitácora de un encierro y Slam de poesía en voz alta. La primera edición de Paraguay se llevó a cabo el domingo 12 de julio. Hasta la fecha han sido realizadas cuatro ediciones, reuniendo a más de 20 lectores. Se proyecta realizar dos ediciones al mes. Sus impulsorxs nos cuentan que ambos proyectos buscan “tender un puente entre el movimiento poético nacional y los otros sectores de la sociedad, como también insertar a Paraguay en los fenómenos culturales de actualidad, a nivel regional e internacional, con miras al diálogo con diversos interlocutores para llegar a un público más amplio. Una nómina diversa de lectores es convocada para cada edición; incluimos a poetas emergentes, con trayectoria, referentes de distintas disciplinas del arte, figuras mediáticas y miembros de la organización del evento. La selección de textos es abierta, cada invitado puede leer poemas de su autoría, como de otrxs autorxs. La respuesta del público es buena, en redes sociales la cantidad de seguidores, interacciones y gente interesada en participar del espacio crece. La prensa acompañó las ediciones mencionando el evento o redactando notas para medios escritos, radio y TV”. Toda la información y registros de los eventos están en la cuenta de Instagram @poesiaentusofapy.
Es necesario apuntar que varias de estas plataformas, fieles a los mecanismos impuestos por el impulso de la globalización cultural digital, logran hacerse rápido eco en otras latitudes; van ampliando –aunque habrá que ver si profundizando la herida que debe provocar la poesía: la telemática algorítmica de la cultura que se milita en y desde Internet, territorio fantasmático, a veces es apariencia, algodón dulce, lo dejo para que lo pensemos en otro texto– interacciones que construyen idea de comunidad; son expansivas, así como van configurando modos y modelos de identidad, a veces un tanto espectacularizantes, en torno al consumo y la escritura de poesía.
Sin embargo, o por lo menos esto se lee en las autoconcepciones de la mayoría de los proyectos, sus gestorxs no pierden de vista el compromiso con la promoción de la producción nacional contemporánea más disidente, así como persisten en la búsqueda de nuevas formas de compartir esas escrituras. Hay un arraigo en lo local: se sitúan y se piensan en diálogo con el escenario cultural de nuestro país que, a pesar de mostrarse a veces incapaz de abrirse a discursos artísticos alternativos y ser tan huérfano de políticas públicas orientadas a estos márgenes y a la gestión literaria independiente en particular, alienta a sus impulsorxs a avivar la inventiva en situaciones complejas, a crear canales y mecanismos de contagio de la poesía acordes al deseo de este tiempo pandémico, ansioso y glotón, hasta que podamos volver a la finitud de la cercanía física. Porque eso se espera, no dejar confinada allí a la poesía, ¿o no?
* Poeta, editora, gestora. [email protected]
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Luiz Ernesto Meyer Pereira
30 de agosto de 2020 at 18:30
Excelente matéria “Posia na pandemia: um mapa para contagiar-se. Aplausos para Giselle Caputo e para a editora Adriana Almada!