Cultura
Poéticas urbanas: La ciudad en la obra de Ana Baumann
Asunción es interpretada en una muestra individual de la artista, inaugurada en el Centro Cultural de España Juan de Salazar pocos días antes de que se decretara la cuarentena y que permanece, hasta el momento, en confinamiento. Utilizando lenguajes y recursos de la fotografía, el video y la instalación, las obras giran en torno al concepto de “ciudad”.

Ana Baumann. Asfaltos, 2020. Instalación. © Cristian Palacios Feltes
[ De una ciudad no disfrutas las siete o setenta y siete maravillas, sino la respuesta que da a una pregunta tuya. Italo Calvino ]
Se sabe que las ciudades del siglo XXI necesitan más que nunca la innovación, la creatividad, la biosostenibilidad, la resiliencia y el compromiso colectivo para rediseñar sus futuros y, mayormente, en el caso de Asunción, que crece de manera desordenada y anárquica, sin llevar a cabo debidamente un actualizado plan de desarrollo urbano a largo plazo. Por un lado, los cambios climáticos, la dispersión y la polución, el caos del tránsito (ahora mermado por la situación de pandemia) y los constantes inconvenientes en los servicios básicos en ciertos núcleos urbanos son ya una advertencia; sus huellas se verifican en los constantes cortes de suministro eléctrico, los grandes y peligrosos raudales, el deficiente transporte público, la caótica circulación vehicular, la notable contaminación y depredación de los recursos naturales —especialmente los arroyos y el río Paraguay—, los baches en las calles y veredas y el incremento del efecto invernadero. Por otro, la aparición de renovadas necesidades (socioeconómicas, habitacionales, tecnológicas, culturales, ambientales, sanitarias, etc.), así como la falta de coordinación interinstitucional en varios procedimientos urbanos, van convirtiendo la ciudad en un territorio incierto, inseguro, desorganizado, y las obras realizadas en parches precarios o en improvisadas soluciones temporales y/o a corto plazo.
Ana Baumann (Asunción, 1986) sostiene que ciudades como Asunción se van alejando de sus funciones anteriores —las de la vida moderna— y van representando una amenaza para el medio natural. Pero, por otra parte, constituyen también sustanciales expresiones del desarrollo humano en las cuales es posible encontrar soluciones a los problemas existentes. Este complejo escenario asunceno ha propiciado los planteos artísticos de Baumann, quien considera la urgente necesidad de construir ciudades más justas, humanas, equitativas, resilientes y sustentables en un sentido integral que contemple múltiples dimensiones. Desde este marco, Asunción es interpretada en Cartografías de la desobediencia, su muestra individual inaugurada en el Centro Cultural de España Juan de Salazar pocos días antes de que se decretara la cuarentena y que permanece, hasta el momento, en confinamiento. Utilizando lenguajes y recursos de la fotografía, el video y la instalación, las obras giran en torno al concepto de “ciudad” —en general—, pero se concentran, eventualmente, en el área metropolitana como ámbito de exploraciones y representaciones, pero también como disparador de especulaciones.

Vistas de la exposición. © Cristian Palacios Feltes
La muestra, que contó con el acompañamiento curatorial de la artista Mónica González, ofrece un conjunto de representaciones estrechamente vinculadas a los problemas urbanos. Por un lado, Ana Baumann propone una reflexión sobre los conflictos y la responsabilidad de cada quien como actor implicado en los procesos de transgresión y deterioro. Por otro, promueve la observación de las ineficiencias manifestadas en los planes y trabajos urbanísticos tradicionales, para los cuales resulte importante, tal vez, la intervención de nuevos dispositivos —entre ellos el propio arte contemporáneo— que ayuden a dar respuesta a la necesidad de imaginar el futuro de nuestra ciudad.
Para concebir las obras expuestas Baumann fue observando la ciudad de Asunción, en ciertos casos como flâneur, caminando e indagando en determinadas zonas, pero especialmente mirando a través de diferentes mirillas y filtros: la gran ventana del alto departamento donde vive y trabaja, las ventanillas laterales de su vehículo, la pantalla de su ordenador, los contenidos de textos y mapas (en bibliotecas, charlas y en su estudio), el visor de su cámara fotográfica y la pantalla de su celular.
En la Sala Goya 1 tres áreas expográficas conviven y dialogan. La serie 54 arroyos es un grupo de 54 fotografías de raudales del Gran Asunción (impresas sobre papel fotográfico). La artista fue extrayendo todo el entorno construido, así como lo arrastrado por las aguas, hasta dejar imágenes que revelan únicamente el gran movimiento de las aguas acumuladas de la lluvia. La serie se manifiesta como memoria de los 54 arroyos que, según el historiador Juan Bautista Gill, corren bajo las calles de Asunción y alrededores. Las imágenes de base, recuperadas de diferentes portales de internet (algunas incluso pixeladas o de poca resolución), corresponden a momentos de fuertes correntadas por diferentes calles asuncenas; tales imágenes fueron intervenidas digitalmente. Una operación poética entre presencia y ausencia, evocación y negación, relectura de un registro urbano y llamada de atención de la naturaleza.

Ana Baumann. 54 arroyos, 2020. Instalación. © Cristian Palacios Feltes
La serie Asfaltos es una instalación desplegada en el suelo de la sala, con fragmentos de asfalto y rastros urbanos recolectados por la artista tras varios raudales en Asunción. Aquí Baumann apuesta por la cuidadosa reunión y disposición de un número de signos objetuales y visuales reales arrastrados por los torrentes; los objetos componen un nuevo signo, plural y sugerente, para suscitar una percepción más densa de la realidad. Así, las piezas adquieren, en el contexto expositivo, una vida nueva e imprevisible.
En la misma sala se exhibe una selección de mapas antiguos de Asunción, de distintas épocas y diferentes tipologías, algunos procedentes del acervo de la Fundación Huellas de la Cultura Paraguaya. Cada uno tiene una función y ofrece informaciones distintas. En algunos se vislumbran los cursos de los arroyos y los accidentes topográficos de la ciudad. Baumann sabe que aunque los mapas son objetos de innegable utilidad en toda investigación, también pueden constituir auténticos ensayos artísticos. Las imágenes y los textos —también a modo de imágenes— se encuentran cargados de pequeñas y hasta escondidas informaciones.

Mapas antiguos. Vista de la exposición. © Cristian Palacios Feltes
En la Sala Goya 2 continúa la muestra con cuatro áreas expográficas. La primera presenta unas vitrinas de Archivos, contenedores que albergan ciertas fuentes interesantes: materiales de estudio, postales de la colección de Jorge Rubiani y algunos documentos consultados por la artista. En su afán de retratar Asunción, Baumann también transitó por distintas interpretaciones y otras miradas; tras esa búsqueda batalló como una investigadora, o una coleccionista de historias y memorias, detrás de huellas y de datos encontrados con los que configura-imagina particulares mapas artístico-conceptuales de Asunción.
Otra área de la sala exhibe una singular, intimista y poética fotografía, tomada por la artista, de un par de rieles, antiguas vías de tranvías que circulaban por Asunción, inutilizadas al ser cubiertas por el asfaltado. La pieza se titula Opareí; con esta imagen Baumann (que estudió en la Escuela Nacional de Fotografía en Buenos Aires y en el International Center of Photography de Nueva York) parece encuadrar un mundo, un territorio en perspectiva central, en el que cada elemento retratado renueva su significado. Se percibe, además, cierta intención irónica, ya que el término guaraní opareí, “acaba en nada”, es utilizado para referirse a una acción inconclusa, inacabada, característica de algunos programas urbanísticos de Asunción. Por otra parte, de la composición de esta imagen también se desprenden sentimientos y pensamientos lógicos como arbitrarios en los que no están ausentes la nostalgia, el afecto o la consideración de la ciudad como paisaje de la memoria. Baumann entiende que la fotografía posee un expediente íntimo para crear misterio porque describe solo aspectos de las cosas, nunca toda la historia.

Ana Baumann. Oparei, 2019. Fotografía digital. Impresión ink jet en papel de fibra.
La serie Micropolíticas vagabundas II, compuesta por un significativo número de minifotos Fujifilm Instax (imágenes tipo Polaroid) tomadas por la artista, expone pequeñas intervenciones urbanas hechas por distintos ciudadanos de Asunción, ya sea para advertir, acicalar, delimitar espacios o hacerlos más utilizables. Son una especie de pautas, devenidas comunes, para mejorar la calidad de vida de los usuarios del espacio urbano. En efecto, estas pequeñas “instalaciones encontradas”, realizadas por la experiencia y el ingenio popular, son el resultado de ínfimos gestos de convivencia que fueron dejados al paso.

Ana Baumann. Micropolíticas vagabundas II, 2019 -2020. Fujifilm Instax Mini. © Cristian Palacios Feltes
Por último, la videoinstalación Se recomienda dar un paseo para curar la melancolía, se halla compuesta de tres piezas que dialogan y se conectan: la primera, un video que muestra un pequeño pájaro intentando entrar en el interior de un vehículo por una ventana lateral; la segunda, una pequeña foto impresa de un paisaje urbano —característico jardín frontal con verja de una vivienda de Asunción— en la que se observan, igualmente desde la ventana de un auto, unas hojas de palmera traspasando el límite de la línea municipal del enrejado metálico del exterior; y la tercera, una tarjeta postal antigua del Parque Caballero, adquirida por la artista en la feria de antigüedades de la calle Palma (la fotografía es de Klaus Henning, fotógrafo alemán que en el siglo pasado retrató varios paisajes de Asunción, lugar donde pasó gran parte de su vida). Además del título evocador de la obra, la especial conjunción de esta trilogía hace que se incorporen a su puesta en escena la paradoja, la sorpresa, la casualidad, la lírica y, al mismo tiempo, la imposibilidad.
Por tanto, en las obras y series de Cartografías de la desobediencia encontramos espacios, imágenes y objetos; estos, al igual que las calles y los paisajes de Asunción, necesitan ser recorridos, habitados, vividos, a fin de lograr consumar el sentido que, a su vez, debería ser reversible; es decir, abierto a una gran variedad de interpretaciones. Podemos afirmar que frente a ciertos conflictos urbanos de Asunción, frente a la realidad exterior lacerada, la poética de Baumann se reviste de la fuerza interior como para reunir sus trabajos en una totalidad que no esconde su origen fragmentado. Un sello personal que presenta la síntesis del modo en que la artista fue observando algunas cuestiones relativas a su ciudad, ligadas a un espacio y un tiempo, conectadas a lo urbano/cotidiano, aparentemente insustancial para la gran mayoría de los ciudadanos, pero que una mirada sagaz sabe percibir como fuera de lugar.
* Doctor en arquitectura, docente y crítico de arte.
-
Deportes
Subtesorero de la FPFS asegura que Presidente Franco canceló multa
-
Deportes
La respuesta de Presidente Franco a la protesta de Caacupé
-
Deportes
Caacupé y Presidente Franco definirán al campeón este martes
-
Economía
Muere empresario guatemalteco Mario López Estrada, dueño del Paseo La Galería
-
Deportes
La resolución sobre la final entre Caacupé y Presidente Franco
-
Política
Cartes en la ANR: “Si tengo que dar un paso al costado, doy”
-
Política
Luego del 30 de abril podría pasar “el final del Partido Liberal o la diáspora de la ANR”, señala analista
-
Política
Sole Núñez propone oficinas regionales de la Vicepresidencia
Mirtha Alfonso de Silvero
13 de septiembre de 2020 at 11:21
Qué descripción increíble, pareciera que vi toda la colección. Qué impresionante cómo esta gran artista Ana Baumann pudo retratar nuestra ciudad capital.
Felicitaciones Dr. Albán