Novak Djokovic vence a Mikael Ymer y avanza a segunda ronda

Novak Djokovic continúa imparable en este extraño 2020. En su estreno en Roland Garros ganó sin ningún problema a Mikael Ymer (6-0, 6-2 y 6-3). De hecho, el único enemigo que hasta ahora le ha hecho daño es él mismo.

Lleva 32 victorias y una solo derrota en lo que va de curso, la que él se autoinfligió en el US Open, al ser descalificado en su partido contra Pablo Carreño por pegarle un pelotazo involuntario pero imprudente a una jueza de línea.

Después, en Roma tuvo un par de episodios de mal humor. Uno cuando tiró su raqueta tras perder un punto en el segundo set ante el alemán Koepfer. El otro, en la final contra Schwartzman cuando discutió con el juez de silla porque consideraba que no se podía seguir jugando bajo la lluvia.

Este martes encaró a un espectador que animaba, quizá con excesiva pasión, al sueco de 22 años y 80° del mundo. El serbio perdió un punto en el séptimo juego del segundo set y le dedicó una de esas miradas que matan al aficionado que acababa de gritar. Después, ganó el juego al resto y, cuando se iba hacia su silla, le tiró un beso.

Las cositas innecesarias de Djokovic. Aquí le tira un beso tras ganar un juego a un espectador que animaba a Ymer en #RolandGarros pic.twitter.com/ajeLeIyWS1

— Nacho Albarrán (@AS_nalbarran) September 29, 2020

No es la primera vez que Djokovic se encara con el público. Lo hizo, por ejemplo, en el US Open de 2019. En fin, una tontería que no estropeó su clara victoria.

El hecho es que Djokovic jugó bien. Quizá pudo sacar algo mejor y haber evitado que Ymer le rompiera dos veces el servicio en sus dos únicas oportunidades. En cuanto al balance entre winners (32) y errores no forzados (22), estuvo notable.

De hecho, ganó muchos más puntos que su endeble rival (84-46). Poca historia tuvo el partido a la espera de mayores y más difíciles empresas. De momento, en segunda ronda se cruzará con Ricardas Berankis (30 años y 66º), a quien nunca enfrentó.

Fuente: as.com.