Movimiento contra uso de mascarillas generó batalla campal en Roma

Los cánticos de “sin máscara”, “manos de los niños” y “libertad” sonaron este fin de semana cerca del Circus Maximus, el antiguo estadio romano de carreras de carros.

Una modesta multitud de alrededor de 1.500 personas expresó su enojo contra las reglas y restricciones gubernamentales implementadas para combatir el coronavirus. Las manifestaciones en países como Alemania, Estados Unidos y Australia han atraído a una mezcla de grupos de derecha, personas que niegan la existencia de Covid-19 y varios teóricos de la conspiración.

Como mostró la demostración de Roma, el torbellino de tales sentimientos sigue siendo relativamente marginal. Si bien las protestas en Belín han atraído a multitudes mucho más grandes, una encuesta de opinión realizada este mes en Alemania mostró que solo el 15% de los encuestados pensaba que el distanciamiento social de la canciller Angela Merkel y otras medidas habían ido demasiado lejos.

QAnon

Pero como ha demostrado el movimiento QAnon en Estados Unidos, algunas ideas están comenzando a entrar en la corriente principal. Sus seguidores creen que Donald Trump está luchando contra un círculo de pedófilos en el gobierno y una burocracia del “estado profundo”.

La letra Q se puede ver en camisetas y gorras en los mítines de campaña del presidente. Se ha negado a rechazarlo y ha retuiteado el contenido de QAnon. La semana pasada, el oponente electoral de Trump, Joe Biden, sugirió que sus seguidores deberían recibir atención de salud mental. 

Si bien QAnon se ha estado gestando en los EE. UU. Desde fines de 2017, también ha habido signos en Europa de un creciente descontento por el poder supuestamente opresivo del “estado” general, como se demostró en el referéndum del Brexit.

El coronavirus, la mala respuesta de muchos gobiernos y el estrés que la enfermedad ha puesto en las empresas y las familias parecen estar alimentando el fenómeno.

Fuente:Bloomberg